¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de seno?
Los principales factores de riesgo para el cáncer de seno no se pueden cambiar: ser mujer, envejecer y tener ciertos cambios genéticos.
Ser mujer
El simple hecho de ser mujer es el principal riesgo de padecer cáncer de seno. Los hombres también pueden padecer cáncer de mama, pero esta enfermedad es aproximadamente 100 veces más común en las mujeres que en los hombres.
Envejecimiento
A medida que envejece, el riesgo de padecer cáncer de mama se incrementa.
Genes hereditarios
Se cree que alrededor del 5 al 10 por ciento de los casos de cáncer de mama son hereditarios, lo que significa que se originan directamente de defectos genéticos (llamados mutaciones) que se adquieren de uno de los padres. Los genes BRCA1 y BRCA2, son la causa más común de cáncer de seno hereditario. Estos genes ayudan a prevenir el cáncer al producir sustancias que ayudan a evitar el crecimiento anormal de las células. Las versiones mutantes de estos genes no pueden detener el crecimiento anormal, y pueden ocasionar el cáncer.
Antecedente familiar de cáncer de seno
La mayoría de las mujeres (alrededor de 8 de cada 10) que padecen cáncer de seno no tiene antecedentes familiares de esta enfermedad, pero las mujeres que tienen parientes consanguíneos cercanos con cáncer de mama tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad.
Tejido mamario denso
Los senos están formados por tejido adiposo (graso), tejido fibroso y tejido glandular. Se dice que una mujer tiene mamas densas (en una mamografía) cuando tiene más tejido glandular y fibroso y menos tejido adiposo. Las mujeres cuyos senos aparecen densos en las mamografías tienen un riesgo de padecer cáncer de seno de 1.2 a 2 veces mayor que las mujeres con una densidad promedio en sus senos. Desafortunadamente, el tejido mamario denso también puede causar que las mamografías sean menos precisas.
Menopausia después de los 55 años de edad
Las mujeres que han tenido más ciclos menstruales debido a que experimentaron tarde la menopausia (después de los 55 años) tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Este aumento en el riesgo podría deberse a una exposición más prolongada a las hormonas estrógeno y progesterona durante la vida.
Terapia hormonal después de la menopausia
La terapia hormonal con estrógeno (a menudo combinada con progesterona) ha sido empleada por muchos años para ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia y para ayudar a prevenir la osteoporosis (perdida de calcio con posterior debilitamiento de los huesos). El uso de terapia hormonal combinada después de la menopausia aumenta el riesgo de padecer cáncer de seno, por lo que se requiere evaluación médica para su uso.
Implantes de seno
Estudios han descubierto que los implantes de seno no aumentan el riesgo de padecer cáncer de seno, aunque ellos si dificultan la detección durante la exploración clínica y la visualización del tejido mamario en las mamografías convencionales, recomendándose el uso de ecografía u otros métodos de detección.